Saurabh Shukla es editor jefe de la versión digital del diario Mail Today, perteneciente al grupo India Today. En los últimos años ha trabajado realizando reportajes de investigación para diversos periódicos y canales de televisión. Además, es autor del libro ‘Ic-814, hijacked the inside story’, que narra la historia real de un avión secuestrado en 1999 y las negociaciones que llevó a cabo el gobierno indio hasta conseguir la liberación de los rehenes.
La II edición del Programa Líderes Indios, organizada por la Fundación Consejo España-India en mayo de 2013, trajo a nuestro país a destacados periodistas indios para darles a conocer la realidad socioeconómica y cultural de España. La Fundación Consejo, en su activa política de comunicación, viene publicando mensualmente entrevistas con algunos de sus participantes.
- ¿Se está produciendo un relativo intercambio de poder entre Oriente y Occidente?
- Hace unos años la mayor preocupación global era el terrorismo. En Europa y Estados Unidos parece que actualmente ha pasado a ser la situación económica. Mientras tanto, los países emergentes disfrutan de una aparente hegemonía en estos términos. Sin embargo no me gusta la palabra hegemonía, para mí tiene connotaciones negativas. Yo hablaría de reequilibrio de poder. India está en el camino cierto, pero tenemos muchas contradicciones internas. Somos conscientes de que nuestra democracia tiene problemas. Sin embargo, creo que el aspecto más poderoso de India es el tesón y la resistencia de su población. Verdaderamente veo mi país en una buena trayectoria hacia la solución de esas contrariedades. Pero eso ocurre en cualquier democracia, hay huecos, algunos fallos.
- Ahora que lo vive en primera persona, ¿qué opina de la situación actual española?
- Es verdad que España vive momentos delicados en lo económico, pero yo estoy seguro de que volverá a prosperar pronto porque veo un importante compromiso entre los ciudadanos. El poder de la gente es lo que ayuda a países como India y España a desarrollarse.
- Tenemos el poder de la gente y usted ha detectado rasgos comunes en nuestro carácter pero, ¿en qué ámbitos político-económicos podrían los dos países aportarse valor el uno al otro?
- Veo a India y España colaborando en un sector en concreto: en seguridad. Podría producirse entre nosotros un intercambio interesante de tecnología inteligente y de conocimiento en este ámbito. Esa colaboración estratégica ha sido común con otros países europeos como Francia o Reino Unido. Francia se posicionó del lado de India cuando se realizaron los ensayos nucleares de 1998, mientras el resto de países se posicionaron en contra de este tipo de energía. Eso creó un vínculo estratégico indo francés. Si España hiciera algo similar, sería considerado una señal positiva, siempre y cuando respetase las políticas europeas de seguridad.
- ¿Cuál es la visión actual que tiene de nosotros la población india?
- Es algo que España tiene que mejorar mucho, necesita ser mucho más visible en India. La película ‘Zindagi Na Milegi Dobara’ (‘Solo se vive una vez’) supuso un gran tirón. Mucha gente joven comenzó a interesarse por el país y estoy seguro de que eso ha influido positivamente en el mayor número de turistas indios.
- ¿Qué podría hacer España para atraer aún más a esos potenciales turistas?
- España necesita favorecer los paquetes turísticos enfocados a la gente joven. Por ejemplo, fomentando los espectáculos flamencos. India está mirando mucho hacia fuera de sus fronteras. Desde que estoy aquí, he visto muchas cosas en común entre nosotros. Somos dos pueblos muy acogedores y esa calidez debemos proyectarla más porque ambos poseemos cultura y tradiciones muy ricas.
- India mira al exterior, ¿esta apertura está cambiando de alguna forma la mentalidad de la población?
- El desarrollo del país está favoreciendo el acceso a las nuevas tecnologías. India ha sido tradicionalmente reacia a la entrada de empresas extranjeras, teníamos un pensamiento eminentemente proteccionista y muchos lobbys oponían resistencia. Pero en los últimos años podemos ver a grandes multinacionales entrando en el territorio. Ikea, por poner un ejemplo, o marcas españolas que ya están extendidas. Hay que seguir por ese camino, siempre y cuando el proceso vaya integrado con la marca del país. Se debe potenciar en cierto modo el marketing de España… si yo digo Benetton, todo el mundo lo asocia con Italia. No ocurre lo mismo con las marcas españolas.
- ¿Qué propone usted para que India conozca mejor todo lo que España puede ofrecer y viceversa?
- Todo el concepto de marca España y marca India se debe seguir trabajando para seguir aprendiendo mutuamente. En este sentido, es imprescindible el papel de organizaciones como la Fundación Consejo España-India que promueve ideas para fomentar la cooperación. Pero diría que reforzar el “soft power” sería uno de los métodos más veloces para alcanzar a la ciudadanía india.
- Usted hablaba de colaborar en tecnología nuclear y ahora de puentes entre nuestras sociedades civiles gracias a la promoción de elementos de “soft power”, ¿se pueden combinar ambas cosas?
- Lo más adecuado sería crear un tándem. Además de las colaboraciones a gran escala, hay que promocionar la comida española, la música… todos estos aspectos socioculturales serían un buen camino para acceder a la ciudadanía india y gradualmente establecer otros contactos de tipo político y estratégico. Otra forma de acceder a India es la participación en foros de diálogo que tenga lugar en Nueva Delhi, en Bombay… Eso llamaría la atención y sería una apuesta a la hora de generar lazos duraderos.