Invernaderos y cultivos hidropónicos de Primaflor: verduras de alta tecnología
Las instalaciones de la compañía almeriense están desarrolladas en torno a la escasez de agua
Pulpí es el décimo municipio de Almería por extensión de invernaderos. El cultivo de hortalizas por este método se inició en el año 1963 y a partir de 1971 comenzó su desarrollo a gran escala. En esta localidad se encuentra Primaflor, compañía fundada hace cuatro décadas para la producción de flores y que, en los años 80, cambió su modelo de negocio y se dedicó al cultivo de verduras y producción de ensaladas listas para tomar. Actualmente cuenta con una plantilla de 2.700 personas y vende sus productos en toda Europa, especialmente España y Reino Unido, además de en Canadá y diversos países árabes.
El director corporativo de Primaflor, Cecilio Peregrín, recibió a los Líderes y presentó las cifras de negocio, así como otros datos interesantes sobre la compañía, que cuenta con seis mil hectáreas de terreno repartido a diferentes alturas sobre el nivel del mar, lo que le permite aprovechar mejor los periodos de cosecha anuales.
Los Líderes indagaron sobre las ventas de productos a grandes superficies y los márgenes de ganancias, además de la adaptación al cambio climático y la inclusión de productos orgánicos en su cartera, entre otros temas.
Además, la compañía realiza una fuerte inversión tecnológica con el objetivo de ahorrar agua y mejorar la sostenibilidad. Por ello la visita incluyó también las instalaciones punteras de Primaflor: el invernadero tecnológico, la planta de Cuarta Generación y el Invernadero Tecnológico Experimental.
En el primero de ellos Primaflor produce las solicitadas verduras baby leaf. Se trata de una hortofactoría, que aplica técnicas industriales a la agricultura. Con una extensión de seis hectáreas, este invernadero produce lo mismo que unas sesenta hectáreas de cultivo tradicional, con un menor consumo de agua y recursos. “Tenemos muy buen clima, pero el agua siempre escaseará, así que todo lo que podamos hacer para salvar una gota de agua, lo hacemos”, señaló Cecilio Peregrín.
Asimismo, visitaron la planta de 4ª gama, donde tiene lugar todo el proceso de preparación del producto (troceado, lavado y empaquetado) en un entorno controlado y a temperaturas de entre 2 y 4 grados centígrados. El director corporativo de la compañía señaló la importancia del control de temperatura. “Actualmente tenemos la compañía con mayor capacidad de refrigeración del sector en España. Podemos bajar la temperatura a uno o dos grados centígrados en 20 minutos. Con eso detenemos el proceso de degradación”. Gracias a esto, los productos de la compañía aumentan su tiempo de consumo. “Lo que recolectamos hoy puede estar mañana en cualquier lugar de España. A los países bálticos, por ejemplo, tardan unos cuatro o cinco días, y aún les quedan otros cinco o seis días para ser consumidos”, indicó.
Los cultivos hidropónicos se llevan a cabo sin tierra, Las raíces de las plantas reciben agua y fertilizantes y consiguen una alta oxigenación. Al estar en un invernadero controlado, no es necesario el uso de pesticidas y la reducción de agua es del 70% obteniendo, además, cosechas más abundantes. En el invernadero tecnológico, que los Líderes consideraron impresionante, conocieron el trabajo de la compañía NGS, perteneciente al grupo Primaflor. La firma ha patentado varias tecnologías para cultivos hidropónicos y ha desarrollado alrededor de mil proyectos en más de veinte países alrededor del mundo.
